La semana dos se terminó muy rápido. En vez de extrañar a nuestras familias y sentirnos tristes, estamos disfrutando del sol y de nuevos amigos. Sí, estamos pensando en nuestras familias, pero no hay más lágrimas. Es difícil llorar cuando estamos en la playa, escalamos una pirámide en Izamal o miramos el increíble sitio de Chichén Itzá.

El frisbe con amigos es siempre divertido

En la semana dos, nosotros aprendimos a regatear y la importancia del bloqueador solar. También, practicamos deportes con los maestros y tuvimos el “Ídolo Mexicano” (y felicidades a Emily Rozman por obtener el primer lugar). También, estamos experimentando que Chaac, el dios de la lluvia, puede enojarse mucho porque llueve cada día y hay muchos truenos y rayos. Ya estamos acostumbrados a muchas cosas que fueron difíciles la primera semana.

Emily Nuestra ídolo mexicana

Cuando regresemos a los Estados Unidos, vamos a querer dormir en hamacas y va a ser extraño no oír a una gallina cada mañana. No vamos a querer cereal cuando regresemos, sino huevos rancheros o una quesadilla. A veces, nosotros estamos tristes y queremos a nuestras familias y amigos en los Estados Unidos.

Izamal Nosotros escalamos una pirámide

Chichén Itzá era increíble

Pero los sentimientos de tristeza pasan muy rápido, como las tormentas aquí en Mérida pasan muy rápido, y después hay un arcoíris. Los momentos o sentimientos malos no van a ser para siempre. Van a pasar y después podremos tener la vista de un arcoíris increíble.  

Un pájaro El quetzal, un pájaro muy raro